Apple ha tenido, como cualquier otra marca, sus altas y sus bajas. Su situación actual está llena de contrastes, puesto que por un lado se encuentra en ascenso con ventas envidiables de sus dispositivos, pero por el otro, tiene tantas demandas en su contra que ya hasta puede ser desgastante hablar de ellas. El sucesor de Steve Jobs, Tim Cook, ha revelado cuál es su punto de vista con relación a la guerra de patentes con otras compañías: “Prefiero resolver una demanda de patentes, pero no quiero que Apple sea el desarrollador para el mundo, quiero que la gente haga sus propias cosas”, a lo que agregó: “Siempre he odiado los litigios y continúo odiándolos”.
Si bien ese es el punto de vista del CEO de Apple, la realidad es que a nivel mundial se han ingresado varias demandas en su contra (así como de Cupertino contra sus rivales). En el presente, diversos casos a los que nos referimos siguen sin solución y no parecen tener una fecha de conclusión.
Steve Jobs fue una personalidad a la que se le pueden reconocer muchos logros. Como director ejecutivo de Apple, enfrentó también diversas situaciones legales que afectaron a la empresa, sólo que durante su dirección era más constante el hecho de seguir buscando batalla en esa instancia en lugar de llegar a un acuerdo.
El costo de la fama que Apple ha logrado tener podría ser que cualquier movimiento que haga o deje de hacer se vuelva motivo de escándalo, lo que sería otra buena razón para que tantas personas estemos al tanto de sus batallas legales.
Finalmente, la empresa es sólida y sus clientes continúan estando satisfechos con la gama de productos que la compañía les ofrece. Eso es algo realmente importante, porque en el momento en que Apple deje de tener éxito como una firma que satisfaga las necesidades de quienes creen en ella, podría ser cuando deje de valer la pena tanto ruido alrededor de esta manzana mordida
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