lunes, 31 de marzo de 2014

¿Qué es la WhatsAppitis y cómo la evitamos?

 La obsesión por Smartphone provoca dolencias cada vez más usuales para los médicos

 

El mal de la vida social moderno "whatsappitis"
Hoy en día es imposible caminar por la calle sin ver como alguien escribe un «WhatsApp» en su Smartphone. Los móviles inteligentes forman parte de nuestra vida, al igual que la mensajería instantánea gratuita. Sin embargo, y como sucede con todo en la vida, su uso excesivo puede provocar todo tipo de dolencias cada vez más corrientes para los médicos.
¿Su móvil le genera ansiedad?, ¿sufre dolores punzantes en la mano tras pasar varias horas respondiendo a sus contactos?, ¿prefiere conversar con alguien a través del teléfono que prestar atención a quién se encuentra frente a usted?, ¿siente la vibración del móvil aunque no haya ninguna notificación en él?. Si alguna de sus respuestas es afirmativa, padece usted un caso de «WhatsAppitis». Si contestó a todas con un «sí», quizás debería soltar el teléfono en este momento.

Tendinitis

Una de las dolencias más comunes que puede provocar la adicción al móvil es la tendinitis –una inflamación de algún tendón provocada por el esfuerzo constante de una parte del cuerpo-. Concretamente, esta se podría manifestar tras enviar reiteradamente mensajes de texto a través del teléfono debido a la tensión de los dedos pulgares, según corrobora un estudio realizado por Microsoft en 2007 asociado al uso de los Smartphones y la informática móvil en general.
Según el informe, el uso reiterado del teléfono para enviar mensajes puede provocar una tensión diez veces mayor en nuestro pulgar que la que causa un teclado normal. Además, puede generar fuertes dolores en la mano, inflamación de los tendones y, por supuesto, calambres. Su prevención es sencilla: ¡Apartarse del móvil unos minutos! No obstante, y como esto es difícil para muchos usuarios de los Smartphones, también se puede evitar escribiendo de forma lenta, tecleando con las dos manos o manteniendo una postura cómoda y un apoyo adecuado mientras se usa el dispositivo.

Nomofobia

«Nomofobia» es el término clínico que define a una persona que siente pavor ante la idea de salir de casa sin el teléfono móvil. Entre otras dolencias, provoca aumento de estrés y desánimo en los usuarios, los cuales no pueden evitar estar constantemente conectados a Internet y, por lo tanto, al «WhatsApp», según informó un estudio de la Universidad de Kent State de Ohio.
A su vez, aquel que sufre de «Nomofobia» siente un miedo irracional a sentirse excluido por no poder estar constantemente pendiente del móvil. Finalmente, también se ha demostrado que esta dolencia puede disminuir el rendimiento escolar.

Phubbing

¿Ha estado alguna vez en una cena en la que nadie hablaba y todos mandaban mensajes de forma enfermiza a través de su Smartphone? Si ha sido uno de ellos puede que padezca de «Phubbing», una costumbre que consiste en no hacer caso a las personas que te rodean y centrar toda tu atención en el teléfono móvil. El «Phubbing» (de “phone” –teléfono- y “snubbing” –desprecio-, es una práctica que ha sido realizada ocasionalmente por el 66,8% de los españoles y de forma perpétua por el 13% , según destaca el Estudio de Tuenti Móvil.

Vibranxiety

Repentinamente, el móvil vibra o suena, pero, al cogerlo, no hay notificaciones nuevas. Nadie ha enviado un «WhatsApp» y no hay mensajes ni llamadas perdidas. ¿Qué ha ocurrido? No se preocupe, su Smartphone no está poseído, puede que usted padezca de «vibranxiety» -también conocida como «ringxiety» o «fauxcellarm»-, una nueva dolencia que provoca que el usuario crea que su Smartphone le ha informado de una alerta que no se ha producido.
Según varios expertos, el «vibranxiety» se genera debido a que hay partes del cuerpo que han tenido que aprender a actuar ante los impulsos generados por el teléfono móvil y, ahora, reaccionan ante estímulos similares que antes pasaban desapercibidos.
Es decir, se pone más atención, por ejemplo, a las vibraciones que se puedan generar en el bolsillo en el que lleves el Smartphone, y cualquier movimiento en esa zona puede hacerte pensar que estás recibiendo un «WhatsApp». Es, en definitiva, como si el móvil fuera una extensión del propio cuerpo.